Érase una vez
Érase una vez... Un patio que tenía columpios muy antiguos y destartalados. Nos gustaba jugar en ellos porque podíamos escondernos entre los pequeños huecos, pero muchas veces, algo se rompía y no podíamos jugar para no hacernos daño. En ese patio, también había un pequeño arenero, sombreado por un gigantesco sauce llorón, y al que le faltaba arena fina y gustosa. Aunque como niñas y niños que somos, encontrábamos la manera divertida de sacarlo partido descubriendo raíces y coleccionando las alargadas hojas del sauce. Un día, después de un fin de semana, ¡nos encontramos con una sorpresa gigantesca! ¡E inesperada!! ¡El sauce ya no estaba, y el sol iluminaba un arenero con fina arena de playa y un toldo nuevo! ¡Y columpios nuevos también, llenos de vivos colores, adornaban el centro de nuestros juegos! Ahora nuestro juego se ha convertido en una aventura colorida que huele a risas y a nuevo. FIN